• Todos los días me siento a esperar una sorpresa imaginaria, soy un soñador iluso pensando en un día feliz, aunque la realidad es sólo un mundo gris.

    Espero sentado la llegada de mi vida imaginaria, me despego de la realidad pero me hago daño pues no puedo vivir en una fantasía.

    No sé cuántas palabras en mi mundo he dicho ni cuántos paisajes existen en mi mente..

    Sólo recuerdo una flor, una flor que me habla y llora por mí, que sonríe por mí, que a mi lado es feliz..

    Pero llega una tormenta, una tormenta que me arrebata toda esperanza, borra todo recuerdo mío excepto los que me hacen sufrir, se lleva toda mi felicidad..

    Me siento a esperar al sol, su calor me trae paz, me trae luz y siempre me recuerda lo que una vez llegué a tener, lo que una vez era todo para mí..

    Espero sentado hasta el oscurecer, donde la luna aparece, me trae tranquilidad y me hace dormir sin una lágrima derramar..

    Al amanecer, espero nuevamente sentado, mientras el día se torna con ese color azul y entre las nubes se ocultan las aves..

    Mi tiempo se agota, mi rostro envejece y aquella flor no aparece.. Un cuervo llega a esperar a mi lado, con esos ojos oscuros, me dice lo hambriento que se siente, que espera a mi caer y de mi carne el comer..

    Siento mi corazón fluir la sangre con rapidez, mis manos tiemblan y boca seca se encuentra..

    "Aléjate de mí, cuervo malvado, de mi carne no comerás pues mi espíritu es fuerte, no caeré para tu beneficio, aléjate.."

    En un parpadeo aquel cuervo desaparece, dejando un rastro de plumas de sus alas, me indica qué camino debo tomar cuando me rinda y decida terminar..

    No pienso caer tan fácilmente, no pienso rendirme, aquella flor debe regresar a mí, es lo que tanto deseo..
    Espero sentado observando el cielo y una estrella fugaz de repente veo, su hermoso resplandor me hace pensar qué deseo yo he de pedir.. No sé si se haga realidad, no sé si deba..

    Aquella estrella comienza a girar de un lado al otro sobre el cielo.. Confundido puedo estar pues es magnífico lo que veo..

    Un pequeño papel con algo escrito cae del cielo repentinamente, la tomo con una mano y leo detenidamente cada palabra..

    "Sigue la estrella, te guiará a lo que más amas"..

    La estrella es mi guía y yo su fiel seguidor, sin dudas me decidí a seguirla con una sonrisa en el rostro..

    Por tierra y mar yo viajaba observando a dónde iba aquella estrella..

    Tomó la ruta del desierto y la seguí, entre tormentas de arena me sumergí, por poco tiempo la perdía de vista y ella esperaba a que la encontrara nuevamente..

    Atravesamos el desierto, yo cubierto de arena, sonriendo y con fuerza para seguir corriendo, pues nada me iba a detener, paso a paso estaba más cerca de mi verdadera felicidad..

    En un pequeño momento, la estrella se detuvo para enviarme otra nota, la leí sin dudar..

    "No puedo seguir, estoy agotada, pero pronto llegará una amiga mía y te guiará a tu más dulce destino"..

    Con tristeza me despedí de la estrella.. Esperé, esperé y esperé.. Me sentía

    traicionado, esperé por mucho y nadie llegaba, a punto de llorar e irme,

    escucho una chica con una cálida voz preguntando por mí a otras personas..

    Me acerco a ella con paciencia y le ofrezco mis palabras;
    "Yo soy quien tú buscas".. "¿Eres tú aquel que busca su felicidad?"

    Me pregunta con una sonrisa en su rostro..
    "Así es y estoy seguro que tú me guiarás.."

    Me dijo que la siguiera, lo hice..

    Hablándome de los lugares que ella exploraba, me di cuenta de lo extraño que es conocer gente nueva, lo único que yo hacía era escucharla y seguirla..

    Entonces fue cuando se dispuso a contarme sus problemas, no sabía qué responder pero a ella le agradaba ser escuchada.

    En un pequeño acto la interrumpí preguntando si había manera de acelerar la búsqueda de mi felicidad..

    Me llamó desesperado.. Y continuó hablando acerca de ella..

    Me sentí ofendido pero ella era el único contacto que tenía para encontrar aquella flor..
    Decidí no crear problemas y continuar escuchándola..

    De pronto llegamos a una casa, ella me pidió que entrara y buscara un caja grande de color azul con la palabra "felicidad" marcada..

    Entré y me sorprendí, había cerca de 1500 cajas idénticas a la que yo estaba buscando..

    Aquella chica me gritó..

    "Recuerda esto, cada caja contiene la felicidad de todas las personas que viven en este pequeño mundo, en caso de que llegues a abrir la caja equivocada, podrías destruir la felicidad de una o más personas"

    Con una sonrisa malvada me miró y cerró la puerta de la casa dejándome encerrado..

    Algo malo estaba seguro de que iba a pasar y no sabía que hacer, muchas cajas iguales,

    no quería destruir la felicidad de las personas para conseguir la mía..

    De nuevo ese sentimiento de traición llegó a mí..

    Caí al suelo con lágrimas en mis mejillas..

    Entonces ese llanto se convirtió en golpes al suelo y aquel sentimiento de traición se convirtió en desprecio, desprecio hacia mí mismo y a todo el camino que recorrí..

    Repentinamente comencé a reír, era una risa malvada insoportable,

    corrí directamente a las cajas y cada una las comencé a abrir, a hacer pedazos,

    no me importaba ya nada más, si yo no podía ser feliz, nadie lo iba a ser.

    Me convertí en un monstruo sin sentimientos por unos instantes y destruía cualquier cosa sin mirar, cuando de repente escuché una voz conocida,

    gritando con todas sus fuerzas
    "¡Alto! ¡Para de una vez, no puedes hacer esto!"..

    Su voz hizo que me paralizara.. Mi felicidad, querida flor de mi vida..

    En un intento por moverme observé mis manos y allí estaba ella,

    retorciéndose de dolor y derramando sangre de su corazón..

    "Ya basta, ese no eres tú, no eres lo que yo antes amaba"..

    Sus últimas palabras de aliento fueron esas.. A mi mente llegaron todos aquellos felices recuerdos y como un cristal, se rompieron..

    Me senté en el suelo con ella en mis brazos, deseando que esto nunca hubiera pasado..

    Destruí la felicidad de muchos y también la mía, no había peor cosa que me hiciera sentir tan mal, mi ira me consumió, me convirtió en algo que yo no quería..

    Sólo deseaba acabar con todo de una vez..

    De un gran agujero en el techo de la casa llegó volando aquel cuervo..

    Le grité con todas mis fuerzas que me hiciera pedazos, que se comiera mi alma, no había nada para mí en el mundo..

    Voló hacía mí preparándose para atacar, cerré mis ojos y... Sentí el golpe..
    Desperté, aterrado, impactado..

    Traté de calmarme pues todo estaba borroso..

    Cuando al fin llegó a mí la calma, pude ver que estaba acostado en mi cama, sin heridas, sin sangre, sin nada..

    Era todo parte de mi mente, un sueño.. Fui segado por mi imaginación....
    Desde ese día, no he vuelto a soñar ni pensar en un mundo mejor..

    Debo vivir en la realidad, vivir en gris..